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  Siguiendo un poco con el tema de twitter - por pedido de algunas personas -
    aunque en mi anterior escrito, hice un análisis general del comportamiento
    de quienes integran esta red social, reconozco que son diversos y muchísimos
    los temas para tratar. Me dijeron "pudiste haber hablado de esto o aquello"
    "Te faltó incluir esta situación que es muy común" y demás aspectos que
    integran la temática amplia que abarca la red, pero se convertiría en algo
    de nunca acabar y la idea de este blog es la diversidad de temas.
  
  Esta vez quise llamar este artículo "perfiles
   twitteros" haciendo
    alusión de ciertas situaciones que se presentan en la cotidianidad de esta
    red, pero con un alto contenido psicológico en el que se conjugan todo tipo
    de acciones conductuales y en donde se hacen evidentes diferentes factores
    entre los que se encuentran trastornos, traumas y demás comportamientos del
    ser humano y sus procesos mentales.
  
  Antes de las redes sociales los problemas mentales de cada uno, pasaban
      desapercibidos, debido a que generalmente no se hacían públicos; si la
      familia los detectaba, obviamente según sus posibilidades, recurrían a un
      determinado tratamiento de la mano del psicólogo o psiquiatra según el
      caso. Ahora con todo el tema virtual han salido a la luz diferentes aspectos
    psicológicos que han sido objeto de estudio como el de la universidad de
    Cambridge en el Reino Unido, en donde se ha puesto de manifiesto que se
    pueden extraer gran cantidad de datos de las redes, para detectar casos de
    esquizofrenia y depresión, obteniendo un mayor conocimiento de la salud
    mental de las personas.
  
  Una pregunta que cada uno se debe hacer, es si en una red social está
    mostrando la persona que realmente es, o la que cree ser. Algunos no
    ponen una foto suya de perfil, sino de otra persona, o un personaje de ficción con quien se identifican, al igual que un paisaje, objeto o sitio de su
    preferencia; lo cual aporta una valiosa información a los
    profesionales expertos en el tema. Estos han detectado también, que quienes
    publican su verdadera foto de perfil, tienden en general a construir una
    identidad virtual distinta a la real, valiéndose de una versión mejorada de
    sí mismos a tal grado, que cuando se ven en realidad, empiezan a presentar
    signos de ansiedad, depresión y estrés, buscando una aceptación constante de
    todas las formas posibles y creando una adicción tácita a las redes, en las
    que no pueden pasar un día fuera de ellas y que para sentirse
    bien, deben haber leído al menos unos pocos mensajes en los que se dirijan
    hacia ellos con un elogio o un saludo. Algunos incluso, han pasado sus
    interacciones a otras plataformas como whatsapp en las que cada vez que
    publican un mensaje en algunas de sus otras redes, le piden a otros que por
    favor se las comenten. 
  
  La necesidad de sentir engañosamente que otros viven pendientes, que les
    ven de la manera en que ellos se muestran - versión mejorada - y que de
    verdad le importan a los demás, ha llevado a una serie de comportamientos
    que van de un extremo a otro, siendo material disponible para la psicología
    y la psiquiatría en la actualidad. Debido a ello, en este texto voy a nombrar algunos de los comportamientos que más se presentan en twitter, y
    que tanto para los profesionales como para observadores del
    comportamiento humano, son una clara muestra del perfil "real" de algunas
    personas:
- Quienes no ponen su foto de perfil para crear misterio y hacerse los
        interesantes a través de sus tweets, pero que en realidad están en
        búsqueda de pareja; cuando alguien les llama la atención, le muestran
        su verdadera foto en privado (DM) con una credulidad pasmosa de que
        quedarán flechados de inmediato, asumiendo que por ese hecho en
        particular, se ha creado una relación más estrecha con posibilidades de
        evolucionar fuera de la red. Esto ha sido caldo de cultivo para
        obsesivos y personas con dudosas intenciones, aunque también se
        puede dar el lado amable de la situación.
    
 
  
  
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      Quienes buscan destacarse a través de fotos, vídeos y demás, valiéndose
        de algo que esté en constante relevancia, ya sea en el tema político o de
        interés general, en una  continua búsqueda de aceptación y
        aprobación.
    
 
  
  
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      Quienes posan de sibaritas (personas aficionadas al lujo y a los
        placeres caros), presumiendo su modo de vida (objetos, trabajos, viajes,
        comidas, etc.), pero que en realidad su mayor placer es sentirse
        admirados y envidiados atrayendo a una serie de aduladores de oficio,
        que están precisamente en estas redes para ello. 
    
 
  
  
    - 
      Hablando de los "aduladores de oficio" están quienes entran a una red,
        para buscar y seguir cuentas destacadas en cualquier ámbito, que
        generalmente tienen un número considerable de seguidores y que están
        pendientes de comentar cada tweet que estos escriben con algún halago o
        similar, para recibir como regalo un rt o un like, pero que no los toman en
        cuenta sino para aumentar su ego y número de "fans". 
    
 
  
  
    - 
      Están quienes están comprometidos en una relación estable de pareja, dígase casados, novios, conviviendo con alguien, etc., pero que por
        mensaje privado juegan a que son solteros llevando las cosas un poco más
        allá, y que en el mejor de los casos, las cosas quedan ahí, pero en el
        peor, deriva en un escándalo que deja su reputación por los
        suelos. 
    
 
  
  
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      Quienes Empiezan a observar que otros presumen de sus profesiones y
        trabajos, que  por no sentirse menos, empiezan  a describir que
        estudiaron como mínimo tres carreras (con títulos otorgados por twitter,
        claro está), todas las ejercen a la par, fuera de ello son ejecutivos,
        tienen empleados en sus "diferentes empresas" son catedráticos,
        políglotas, internacionales, viven y trabajan en diferentes
        países al tiempo y lo más importante, tienen el don de la ubicuidad
        en donde pueden estar las 24 horas del día en twitter, pero al mismo
        tiempo ejercen sus diferentes funciones.
    
 
  
  
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      Sobra decirlo, están quienes utilizan la red para  temas
        profesionales, pero que siguen la cantidad máxima de twitteros permitida
        por la plataforma, para luego por DM  (mensaje directo) ofrecer sus
        servicios e inmediatamente  dejan de seguir, ya que esta acción es
        con un propósito de promoción de manera individual.
    
 
  
  
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      Están quienes abrieron cuenta en twitter hace varios años, pero al no
        entender bien su funcionamiento, no tocaban sus cuentas, y regresaron
        debido a la pandemia actual con el covid 19, dando pasos de ciego sin
        saber a quien seguir, pero envueltos en el maremágnum twittero, donde los
        bloquean, los exponen y demás, porque sin darse cuenta, siguieron a la persona equivocada ya sea por ideologías u otras cosas.
    
 
  
  
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      Los que asumen determinado rol; entre ellos, el de "jefes" "padres" o
        especie de voz de la conciencia de otros twitteros, a quienes solo
        conocen en la red, y que por el hecho de haberles contado algún aparte
        de su vida, aseguran que los conocen, y les hacen hasta un análisis
        psicológico - psiquiátrico, en el que son exactamente como ellos los
        ven, y vale cero como se considere a sí misma, la otra persona, pero
        además les llaman la atención por cada trino, y hasta les dicen que
        publicar o no, y si lo deben eliminar o corregir. 
    
 
  
  
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      Quienes "pierden el norte" en esta red; esos que con total desfachatez, piensan que por el hecho de que algunas personas detrás de su cuenta, no muestran más allá de lo que desean, son seres
        débiles y huérfanos en sus vidas, con los cuales pueden irse lanza en
        ristre, pisoteándolos en pandillas a través de insultos y acciones que rayan en
        el delito, lo cual ha llevado a que algunos asuntos salten de lo virtual
        a lo no virtual, incluso pasando a problemas judiciales, en el peor de
        los casos. 
    
 
  
  
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      También están quienes dan la impresión de ser personas fuertes,
        incólumes, que no se meten en nada, ni con nadie, pero en privado (DM),
        llevan una interacción completamente opuesta a lo que muestran en su
        cuenta de manera pública (TL). En la 1ra., forman "relaciones" más
        estrechas, incluso de carácter sexual, amoroso y supuestamente oculto,
        en el que luego se forman verdaderos infiernos, cuando las cosas no
        funcionan como esperaban; en la segunda (público), solo trinan de
        noticias, no se meten en nada, ni con nadie, pero cualquier trino así no
        esté dirigido a ellos, lo toman para sí, y corren a bloquear. Viven en
        un continuo sin vivir, debido a la "doble vida" que están llevando por la
        parte privada en las redes, aunque en contexto, todos piensen que su
        cuenta es seria, neutral y valiosa. 
    
 
  
  
    
      
        
          
             
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            Imagen de The Queen´s Journal
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    En fin... Se puede escribir un libro con varios capítulos, no sólo sobre los diferentes perfiles twitteros, sino también, con la
      cantidad de historias que surgen a lo largo de los años que lleva esta
      red; algunas de carácter jocoso, otras interesantes y algunas terroríficas. 
  
  
    
  
  
    Debemos entender, que debido a la virtualidad que allí se maneja, es
      mucho más delicado el hecho de crear relaciones de todo tipo; es una
      especie de interacción a ciegas, en donde cada uno muestra lo que quiere
      mostrar, engaña de mil maneras, y crea un personaje que tal vez, es
      inexistente en su vida fuera de las redes.
  
    
  
  
    No podemos ser tan confiados, ni tan abiertos a personas desconocidas, de
      las cuales solo suponemos lo que muestran en su perfil, y que en la
      mayoría de los casos, distan mucho de la realidad; no en vano, eso le ha
      servido a muchos para estafar, extorsionar y hasta ganarse la
      confianza de los más incautos, que obnubilados por su
      gran popularidad, fantochería y jactancia, caen ante estos
      facinerosos que posan de personas honestas, con una vida y sociedad
      intachables.